Hoy volvió a despertarse rodeada de cadenas, volvió a la cárcel en la que durante mucho tiempo estuvo prisionera. No quería volver a pasar por aquel martirio, pero esta vez era distinto, lo conocía, no le asustaba, no tenía miedo.
Aquel que la liberó, hoy ha vuelto a hacerla esclava, con sus besos y caricias le azotaba por la espalda, pero su dolor era distinto; no era la primera vez.
Solo teme estar sola...
Su mayor enemiga, hoy es su aliada, para poder sobrevivir, y no sufrir... La mentira.
Quiere correr en el tiempo, para llegar a la luz. Necesita respirar, no quiere estar en la oscuridad de los recuerdos que la persiguen.
No sufras más, alma mía, que todo aquello pasó. No consientas que vuelvan a encarcelarte, que eres libre para decidir y eres fuerte, porque la vida te ha hecho fuerte.
No vuelvas hoy a rodearte de cadenas, ni vayas hacia la cárcel donde estuviste prisionera, por mucho que conozcas el martirio, pues nadie tiene que ser prisionero de los recuerdos, y nadie tiene derecho a recordarte que fuiste rea; pues quien te liberó, fuiste tu misma, en el momento que decidiste vivir tu vida.
Mira al frente, levanta tu cabeza que la vida te sonríe y la felicidad te abraza...