domingo, 31 de octubre de 2010

Un Don preciado...(31 de Octubre de 2010)


Hoy acaba octubre. Como también acabó septiembre, agosto, julio... Y es que todo termina, todo pasa y menos mal que es así.


Pero mañana comenzará de nuevo otro noviembre (gran película que os aconsejo, que pude compartir; para mi, con un gran amigo, para él, mejor decir gran colega, y que me hizo tomar mi guitarra y ponerme a cantar en las calles de Sevilla como cualquier otro indigente o artista callejero, pero esa es una historia que me guardaré para otra ocasión y que sin duda fue una gran experiencia) otro día, en definitiva otra oportunidad que nos da la vida para abrir y cerrar puertas, heridas, conflictos y día nuevo (si Dios quiere) que se nos regalará para poder vivir de nuevo el desafío más importante al que cada día que amanece se enfrenta un ser humano, la vida.


Realmente es una gracia, este don que se nos ha regalado, el de la vida; porque es realmente una aventura impresionante que podemos vivir de dos formas, mirando el vaso medio vacío o viéndolo medio lleno.


Y es que es así, cada persona frente a una misma situación actúa de forma totalmente distinta y es una decisión que toma en ese instante y normalmente sin ser lo debidamente meditada, y es que ahí está la gracia o la sal de la vida; en la naturalidad, en lo momentáneo y espontáneo de las cosas, y por ello es fácil ver como personas que se quieren, que son inseparables y se han ayudado siempre, en un instante o como dice la "Vida" misma, en un pestañear de ojos; se pelean, se rechazan e incluso se odian (espero nunca sentirlo, creo que el odio es lo que más puede destrozar a una persona). O por el contrario, podemos encontrarnos con la otra cara de la moneda, con gente que no se soportaba, que eran incapaces de dirigirse la palabra o coincidir en un mismo lugar puedan terminar siendo inseparables y dejando a un lado todo lo que podría haber pasado porque han decidido cerrar una puerta al rencor y abrir la de la amistad.


Ayer me decían que ese es otro gran don que algunas personas poseen, el de pedir perdón o decir lo siento y realmente es así, es un don y que a veces suele venir seguido de otro aun más hermoso si cabe, el de saber perdonar y disculpar, porque cuando este último ocurre, se completa totalmente este círculo maravilloso y que muchas veces no llegamos a completar, porque en nuestro afán de quitar importancia a las cosas, no dejamos que concluya y solemos decir tópicos como: "no es necesario", "no hace falta que te disculpes"... y no siempre debe ser así, ya que no cerramos este círculo, pues es necesario que uno escuche al que pide disculpas ya que no se puede quitar importancia al don de decir lo siento.


Esta mañana, sin esperarlo, alguien muy sabio me esperaba para decirme: "Hoy ha llegado la Salvación a esta casa" y realmente me lo creí. Y sentí en ese momento que una puerta se abría y otra se cerraba y por la que me adentraba a una nueva historia, a otra oportunidad de vivir la cara más hermosa de la vida, la de ver siempre el lado bueno de las cosas.




A mis inseparables. os adoro.