jueves, 9 de junio de 2011

En un instante...

No pareces la misma persona...
¿Cómo puede cambiarnos la vida de un día para otro?
A veces pensamos que el momento que estamos viviendo puede hundirnos de tal forma que no seremos capaces de superarlo (yo mismo hace unos años pensaba así).
A veces nos aferramos tanto a nuestro pésimo estado de ánimo, pareciendo incluso que nos gusta estar mal y no dejamos que nada ni nadie nos ayude a salir de esa seguridad que sentimos en nuestro malestar.
Pero de repente llega "eso", no sabemos bien el que, pero llega lo que nos hace cambiar de actitud, no mirar atrás ni para coger impulso (como se suele decir), y de nuevo comenzamos a sentirnos bien, a pensar que la vida puede compensarnos con algo mejor eso que hemos perdido, y así es...
Cuando miramos a nuestro alrededor podemos darnos cuenta de que cada instante de nuestra vida, por muy triste que nos parezca, es un regalo, una gracia...
No pareces la misma persona...
¿Cómo puede cambiarnos la vida de un día para otro?
Hoy he vuelto a verte y parecías totalmente renovado, lleno de vida, feliz, contento como siempre me acostumbraste a verte, pero a la vez tranquilo, sereno; en paz.
Gracias por haberme recordado que uno de los mayores dones que podemos tener es el de dar sin esperar nada a cambio, dar gratis lo que hemos recibido gratis (algo tan difícil en una sociedad donde hasta el agua hay que pagarla y que en cambio Dios nos regala con la lluvia).
Espero verte así siempre, y si algún día no te encuentras bien, yo pueda recordarte lo que tú hoy me has recordado.
A mi hermano y amigo Alberto.