viernes, 6 de noviembre de 2020

Feliz como una perdiz (6 de noviembre de 2020)

 
    En estos días tan difíciles que vivimos, con una pandemia que azota al mundo, donde cada día, recibimos datos de infecciones o de muertes de muchas personas que ya no podrán contar nada más, personas que ni siquiera han podido despedirse de sus seres queridos, personas que echan jornadas semanales de mas de 40 horas, aun así mal pagadas por ayudar, aunque sea su trabajo pero dando todo lo que está en sus manos, porque en estos momentos la situación lo requiere.

    Hay que entregarse al máximo, cuando en momentos tan difíciles, hay quienes realmente lo están pasando mal, aunque no te lo digan, hay quien prefiere sufrir en silencio sin necesidad de llamar la atención, o exteriorizar sus problemas o malestar.

    Pero aun en momentos así, se puede ser feliz, feliz por lo que se tiene, feliz porque alguien te diga que hay que entregarse y esforzarse al máximo, pues ahora no sirve con tener un aprobado como trabajador, como amigo, como familia o como persona.

    Es bueno pararse, mirarte desde fuera, decirte "siempre se puede mejorar", al fin y al cabo, el simple hecho de tener a alguien que se preocupe, que te diga esto así no o esto así si, es un motivo de felicidad. ¿Cuantas personas hay que ni siquiera tienen a nadie que les diga esto si o esto no?

    Hay que mirar más allá, mirar lo positivo, mejorar, estamos aquí de paso, pues lo mismo mañana no estamos, o quizás nos encierran y la vida es tan sumamente bonita y es una gracia tan grande que no merece la pena desperdiciarla por cualquier pensamiento negativo. 

    Mi madre siempre decía una frase que realmente la analizo y siempre interioricé como mía, "quién te corrige te quiere", totalmente de acuerdo.

    Puedes ver a alguien que piensas que es duro, decir que le duele decirte algo que ve como verdad con lágrimas en los ojos, verle emocionado y hacerte recapacitar, y en ese instante da igual quien llevé razón o no, lo importante es el fondo.

    Puedes escuchar a alguien decir que esta luchando todo lo que puede porque se mantenga su puesto de trabajo y verle emocionado y hacerte empatizar mas que nunca.

    Puedes ver las noticias y ver la cantidad de gente que hay que muere o se enferma, o que están pasando necesidad, y puedes recapacitar e interiorizar el mensaje.

    Pero en todas estas premisas hay un factor común, que es tomártelo mal o pensar que si alguien te dice algo, es por la sencilla razón de que le importas. Realmente las palabras no tienen el poder de hacernos daño, cada uno habla o se expresa como quiere o puede, lo que hace daño es como te tomes las cosas.

    Son momentos de darlo todo, como trabajador, como familiar, como amigo, en definitiva como persona. No existe ningún cambio imposible, solo aquel que uno mismo no quiere hacer.

    Es de enorme felicidad poder sentir, poder tener una oportunidad, poder abrir los ojos, estar sano, tener amigos, familia, trabajo pero sobre todo es de gran felicidad el que uno mismo pueda darse una oportunidad, pues a veces somos nosotros mismos los que nos negamos a cambiar. 

    Nada es imposible, todo tiene solución ... Así que podremos vencer esta pandemia y todas aquellas pandemias interiores que podamos tener.

    No existe verdad tan grande como la de que todos estamos en el derecho de errar, de la misma manera que estamos en nuestro derecho de cambiar o de al menos intentarlo, pues la vida misma nos da mil oportunidades desde el momento en que abrimos los ojos.

    Hoy me acuesto feliz como una perdiz...