lunes, 16 de enero de 2012

La Vida es un Carnaval...

         El pasado fin de semana comenzaron las primeras muestras públicas de carnaval en la calle. Desafortunado domingo de lluvia para aquellos que aman esta fiesta, aunque en Cádiz no fue un estorbo para aquellos que a pesar de los chaparrones no dudaron en tirarse a la calle para escuchar las primeras coplillas y degustar los típicos ostiones.

          Esto no es más que una muestra de que le pese a quien le pese, Cádiz es la cuna del Carnaval. Yo personalmente no soy un gran amante de esta fiesta, pero si del arte y del reconocimiento a aquellos que durante meses pasan horas y horas de ensayo, alejados de sus familias, amigos y actividades cotidianas y anteponen a todo su gusto por la fiesta. Es cierto que todo lo que rodea al carnaval puede ponerse en cuarentena, pero ¿qué fiesta sea del tipo que sea no se rodea en muchas ocasiones de mal ambiente? Si no lo creéis, solo os hace falta dar una vuelta por cualquiera de las romerías que ahora empezarán a surgir por cualquier rincón de nuestra hermosa tierra.

          Todo esto es una paradoja, pues es el mismo ser, el hombre; el que puede hacer algo tan bello en una fiesta como esta, con sus poemas, piropos, músicas, diseños, y a la vez puede ser el que critique a otro compañero para tirar por tierra su trabajo de meses, o puede beber más de la cuenta y lanzar botellas en un carrusel y convertir un pequeño espectáculo de ilusión en una "gran botellona circense" con un número aéreo incluido. (espero entendáis lo que quiero decir).

           Pues así es en todo, y es que la vida no se aleja tanto de lo que esta fiesta celebra, y en todos los aspectos de la misma los hombres hacen a veces cosas hermosas y otras desagradables. Y visto así se hace tan cierta la frase que dice : "que la vida es un carnaval" por eso lo mejor que podemos hacer es tirar papelillos y serpentinas de buenas obras, componer grandes piropos e historias de héroes de nuestra tierra con nuestras propias vidas, diseñar grandes y hermosos disfraces a la hora de revestirnos de dignidad y cantar las cosas maravillosas que tiene la vida. 


A los artistas incomprendidos de esta fiesta.