Hace una semana...
La encontré la mañana del sábado; el día en que a su Hijo le rendirían todo un gran homenaje en la ciudad, concediéndole el título que 15 años antes se solicitaría, el de Regidor Perpetuo.
Detrás de una reja, hermosa como nunca, como aquellas que le rezan cada "Madrugá" al pasar por su casa...
Realmente nunca me había fijado en la ternura de su cara, en la belleza sencilla de la que conocemos por "Lola". Yo que fui a la Iglesia para ver al Nazareno, porque es donde más me gusta verlo y donde menos cuesta (no sólo por la gente que lleva alrededor, sino porque la peculiar forma de andar de su paso, dificultan sin duda alguna, el poder verlo bien) me quedé maravillado con Ella.
Es cierto que nunca había prestado tanta atención a tan maravillosa talla y que aquella mañana no era mi intención. Pero allí estabas Tú, Reina y Señora, como siempre, detrás, esta vez no detrás de tu Hijo, sino detrás de una reja, callada y discreta, al margen de todo lo que se acontecía en una ciudad que una vez más solo decía Nazareno; una vez más fuiste la que quedaba en segundo plano.
Fiel e innata la sencillez y la humildad con la que te crearon y con la que siempre viviste. Desde el momento de tu nacimiento, ya fuera en el siglo I o quien sabe en que año de 1700, pero siempre sencilla y humilde, como cada noche ya sea la del "AVE MARÍA" o "LA MADRUGA", da igual que fuera un ángel o un nazareno, Tú siempre callada y obediente, estando para lo que haya que estar; porque bien sabes Tú que solo eres medio para llegar a tu Divino Hijo, que no eres Diosa sino creatura porque sólo hay Único Dios.
Tú, mujer que no necesitas de títulos, ni de grandes homenajes, porque sola Tú eres el más grande, porque dijiste "Sí" cuando tuviste que decirlo y supiste callarte cuando debías hacerlo.
Gran ejemplo es el tuyo, Señora, hoy que la sociedad invita cada vez con más fuerza, a las que deberían tenerte como modelo, a ser todo lo contrario. Con tu silencio, tu humildad y tu saber escuchar haces cada día un homenaje para el que se acerca a pedirte y a rezarte.
Por eso yo desde estas lineas quiero rendirte humildemente honores, porque sin Ti no habría Nazareno, sin Ti no habría "Madrugá", sin Ti "Lola" no hubieran sido ni serían posibles tantas cosas que hicieron grandes a tu Hermandad y por eso es necesario que se te de el sitio que mereces y no quedes olvidada.
Porque a Ti, no te hace falta que te lleven a la plaza y que hagan grandes actos para ser "como Dios manda", Regidora de una Isla que te perpetúe de alabanzas.
Porque eres imagen de tantas, que cada día callan tantos suplicios, hambre, paro, soledad, lágrimas, dolores, pobreza, abusos, malos tratos... larga lista que sería interminable y que Dios quiera algún día cambie.
Porque Tú, Señora, ya eres"Regidora Perpetua" de todas ellas, porque el día que se acabe nuestro peregrinar por esta tierra, allí estarás Tú, Madre, para tender tu mano y abrirnos las mismas puertas de la Gloria.
A todas las que como Ella saben estar detrás.